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»En efecto, conforme a la palabra del Señor, mi primo Janamel vino a verme en el patio de la guardia y me dijo: “Compra ahora mi campo que está en Anatot, en el territorio de Benjamín, ya que tú tienes el derecho y la responsabilidad de comprarlo por ser el pariente más cercano”. Entonces comprendí que esto era palabra del Señor, y le compré a mi primo Janamel el campo de Anatot por diecisiete monedas[a] de plata. 10 Reuní a los testigos, firmé la escritura, la sellé y pagué el precio convenido.

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Footnotes

  1. 32:9 monedas. Lit. siclos.